La inteligencia artificial es un
tema del que se ha venido hablando últimamente, y esto en gran medida se debe
al constante desarrollo que tiene el área de la robótica en ámbitos laborales,
industriales y de la salud, solo por mencionar algunos.
Pero con el paso del tiempo, no
será difícil cuestionarnos sobre este gran desarrollo: ¿podrán las maquinas
desarrollar conciencia propia, al grado de superarnos como seres humanos?, ¿llegarán
a ser indispensables en nuestra vida diaria?, y quizá la pregunta que genere más
expectativas, ¿las máquinas desarrollaran tan inteligencia que les permitiera
revelarse contra nosotros, sus creadores?
Posiblemente todas estas
preguntas nos lleven a pensar en películas de ciencia ficción, donde las
maquinas se revelan y causan grandes catástrofes contra la humanidad. Pero
dejando de lado la ciencia ficción, es una realidad el desarrollo que han
tenido las maquinas a lo largo de la historia, pasando de ser del tamaño de una
habitación grande y que usaban cintas perforadas para ser programadas como la
creada en 1938 por Konrad Zuse, hasta las pequeñas máquinas que caben en la
punta de un lápiz como los nanorobots de la actualidad.
Podemos tomar como ejemplo la
máquina de Turing, precursora de las computadoras modernas y pionera en el
acercamiento de la inteligencia artificial, que en las palabras de Turing consistía
en “…una ilimitada capacidad de memoria
obtenida en la forma de una cinta infinita marcada con cuadrados, en cada uno
de los cuales podría imprimirse un símbolo. En cualquier momento hay un símbolo
en la máquina; llamado el símbolo leído. La máquina puede alterar el símbolo
leído y su comportamiento está en parte determinado por ese símbolo, pero los
símbolos en otros lugares de la cinta no afectan el comportamiento de la
máquina. Sin embargo, la cinta se puede mover hacia adelante y hacia atrás a
través de la máquina, siendo esto una de las operaciones elementales de la
máquina. Por lo tanto cualquier símbolo en la cinta puede tener finalmente una
oportunidad.”
Con esto nos damos cuenta que el
pensar en la inteligencia de una máquina no era una idea lejana, ni
descabellada. De hecho, Turing lo expresó así en 1951 "En algún momento…
cabe esperar que las máquinas tomen el control”.
Y si, las máquinas han tomado el
control. Por ejemplo, en el área de las comunicaciones Google utiliza autos sin
conductor para recorrer el país y así tomar fotografías que posteriormente serán
usadas para Google Maps. Dicho auto está dotado de sensores que le permiten
conducir respetando las señales de tráfico. Otro ejemplo lo tenemos en la
industria automotriz, donde grandes brazos robóticos cumplen el trabajo que
normalmente harían 20 hombres para ensamblar un automóvil; en la medicina es
cada vez más común escuchar de doctores que operan desde el otro lado del mundo
apoyados de robots, que dotados de finos instrumentos quirúrgicos, pueden hacer
suturas hasta en la piel de una uva; y así se pueden citar miles de ejemplos
más.
Hablando en México, el desarrollo
de la inteligencia artificial no va tan a la par como en E.U o países orientales.
Como lo explica el Dr. Ismael Espinosa Espinosa del Laboratorio de Cibernética
de la UNAM, “se necesitan ingenieros en
computación, mecánicos, electrónicos, matemáticos y hasta expertos en fisiología,
ya que desarrollar un robot requiere de equipos multidisciplinarios que no son fáciles
de armar…”, lo cual nos deja clara la posición en la que estamos referente
a la inteligencia artificial.
Sin duda, el crear un objeto que
nos facilite las tareas de la vida diaria, o simplemente crear un compañero que
nos acompañe en nuestro viaje por el cosmos nos llevará cada día al límite de
lo inimaginable. Hoy se crean robots o grandes brazos mecánicos, quizá el día
de mañana nos clonemos entre nosotros, nos dotemos de órganos artificiales y
podamos colocar nuestra mente en una máquina. Eso es algo que al día de hoy no
sabemos pero que, teniendo en cuenta nuestra historia, de hacerse, no sería en
un futuro para nada lejano.
¿Por qué he elegido este tema? El
tema de la Inteligencia Artificial siempre me ha parecido cautivante. El sólo
pensar que podemos crear una máquina, dotarla de tal inteligencia que pueda
tomar sus propias decisiones es algo que parece ser sacado de un libro de
ciencia ficción.
Pero sin duda, si esto se hace
posible no sólo lograremos crear algo extraordinario sino que, aplicado a
muchas áreas, podemos mejorar la calidad de vida que tenemos actualmente, y por
qué no, extenderla.
¿De dónde partí para empezar a
escribir? Partí de la lectura que se nos proporcionó, en este caso “La
inteligencia artificial, ¿hacia dónde nos lleva?” de Renato Gómez Herrera, ya
que de primera instancia me pareció un artículo bien hecho, bastante informativo
y que dejaba al aire ciertas dudas. Posteriormente, busque en Internet información
relacionada con el tema y con eso fui complementando el escrito.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_Turing
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150731_tecnologia_vert_fut_prueba_turing_lv
http://www.cooperativa.cl/noticias/tecnologia/industria/robotica/la-delicadeza-de-un-robot-para-suturar-la-piel-de-una-uva/2015-05-10/135432.html
http://www.ehowenespanol.com/robots-industria-como_123041/
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_Turing
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150731_tecnologia_vert_fut_prueba_turing_lv
http://www.cooperativa.cl/noticias/tecnologia/industria/robotica/la-delicadeza-de-un-robot-para-suturar-la-piel-de-una-uva/2015-05-10/135432.html
http://www.ehowenespanol.com/robots-industria-como_123041/